La comunicación es un proceso en el que dos o más personas intercambian información. El emisor y el receptor son dos elementos indispensables para que esta se produzca, influyen además elementos como el mensaje, el tono de comunicación, el ambiente y el canal o medio.
Actualmente en el ámbito laboral es la esencia de la actividad organizativa y es imprescindible para su buen funcionamiento. Una buena comunicación mejora la competitividad de la organización, coordina y controla las actividades y fomenta una buena motivación, compromiso, responsabilidad, implicación y participación de sus integrantes y un buen clima integrador de trabajo.
Un elemento clave para una buena comunicación es la asertividad como tal no es más que la presentación de manera respetuosa y justa de nuestros derechos, sentimientos e ideas ante los demás, dejando clara nuestra posición de manera concisa y no olvidando el papel que nos corresponde dentro del esquema laboral.
La comunicación tiene diferentes funciones. Por ejemplo, informar sobre un hecho, enseñar un tema concreto, expresar sentimientos o aclarar conceptos y evitar errores. Comunicarse es algo esencial en los seres humanos y es un proceso en el que se intercambia información entre dos o más personas.
¿Qué debemos tener en cuenta en la comunicación asertiva?
- Ser claros y concretos. Decir específicamente lo que queremos. Si nos limitamos a insinuar, corremos el riesgo de ser mal interpretados por los demás.
- Ser breves. Ya lo dice el adagio popular “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Si argumentamos extensa y constantemente, nuestros argumentos perderán peso.
- Disculparse, cuando es necesario, está bien: si hacemos reclamos legítimos, las excusas sobran; de otra manera, parecerá que nos sentimos culpables y nos veremos inseguros. No obstante, siempre debemos hablar con respeto.
Ventajas de ser asertivo(a)
Utilizar la comunicación asertiva disminuye los niveles de estrés (no nos sobrecargamos con excesivas responsabilidades, como les ocurre a las personas que no saben decir “no”), nos ayuda a controlar el mal genio, y mejora nuestras habilidades de afrontamiento, pues nos permite expresarnos efectivamente, defender nuestro punto de vista, a la vez que respetamos el de los demás.
Para lograrlo, la comunicación asertiva debe tener presentes estos tres aspectos:
- 1.Confianza: creo en mi habilidad para manejar una situación.
- 2.Claridad: mi mensaje es claro y fácil de entender.
- 3.Control: doy la información de manera calmada y controlada.
Recomendaciones para ser una persona asertiva
- Evalúa la forma en la que te comunicas. ¿Expresas tus opiniones o te quedas callado? ¿Dices sí a todo lo que te digan los demás? ¿Juzgas o culpas a los demás constantemente? Identifica tu estilo comunicativo, para poder realizar los cambios a que haya lugar.
- Exprésate, incluyéndote en lo que dices. Esto te permitirá hacerle saber a los demás lo que estás pensando o sintiendo, sin parecer que estás acusando.
- Practica decir “no”.
- Ensaya lo que quieres decir.
- Utiliza el lenguaje corporal. Recuerda que la comunicación no es sólo verbal. Mantén una postura erguida, haz contacto visual regular, mantén una expresión facial neutra o positiva, no cruces los brazos ni las piernas.
- Mantén tus emociones bajo control. El conflicto es difícil para la mayoría de nosotros. Tal vez estés enojado/a o frustrado/a, o tengas ganas de llorar. Aunque estos sentimientos son normales, pueden dificultarnos el resolver los conflictos. Si estás emocionalmente afectado/a, espera un poco. Respira profundo, mantén la calma y habla con voz uniforme y firme.
- Hazlo poco a poco. Es importante que practiques estas habilidades con personas cercanas a ti. Esto te permitirá evaluarte, y de ser necesario, hacer los ajustes correspondientes.